En éste post, quiero reflexionar acerca de la idea de arrancar de cero una sociedad, con todo lo que esto implica o bien escoger a una empresas dedicas a la venta de sociedades como SBM Sociedades, entre otras opciones. Constituir, inscribir y dar de alta una sociedad desde cero puede llegar a ser muy engorroso, dependiendo de la legislación local. Además conlleva un costo económico y fundamentalmente asociado al tiempo que se debe dedicar realizar este tipo de trámites.
A la hora de emprender, llega un momento en que debemos afianzar nuestras ideas y plasmarlas en términos reales, legales y comerciales de forma concreta. En la mayoría de los casos, esto exige la constitución de una sociedad que será el paso fundamental para que nuestro emprendimiento (o proyecto) se constituya realmente en un negocio.
Existe muchísimos tipos de sociedades y según las características del negocio debe escogerse el tipo de sociedad que más se adecue a la operatividad deseada, además de tener en cuenta de la manera en que los socios se relacionen y vinculen entre ellos, se organicen con las inversiones y se repartan los dividendos. Cada sociedad posee características que benefician al negocio y a los socios según se escoja un tipo de sociedad y otra.
Generalmente los emprendedores no somos personas que constituyamos sociedades todos los días, lo nuestro es emprender, idear, hacer, trabajar y cuando llega el momento de hacer un trámite de constitución de sociedades sabemos que es algo que escapa de nuestro alcance. En éste punto, la idea de adquirir una sociedad ya preconstituida trae muchísimas ventajas:
- Comenzar a operar el negocio de inmediato. Esto puede ahorrar semanas o incluso meses de trámites administrativos.
- Al disponer rápidamente de una estructura legalmente inscrita se puede acceder a créditos, financiación de capital y deuda corporativa de terceros, ya que las sociedades ya constituidas, con más antigüedad, tienen una historia legal que puede colaborar para que las entidades confíen y accedan a brindar los créditos.
- Estar listos para licitar o firmar contratos de forma inmediata. De la misma manera que el punto anterior, una sociedad con historia tiene más chances de ganar una licitación al ser tenida en cuenta por su trayectoria también.
- Se ahorran costos iniciales que se acumulan al constituir una sociedad desde cero, como costes legales, inscripciones y otros costos asociados.
- Se evitan complicaciones legales ya que constituir una sociedad desde cero implica procesos burocráticos y complejos con posibles errores que retrasen la correcta inscripción y puesta en marcha del negocio. Con la adquisición de una sociedad preconstituida se evita este proceso riesgoso.
Como conclusión, desde SerGerente animamos a considerar la opción de adquirir una sociedad ya constituida en vez de hacer todos los trámites para inscribir una sociedad nueva. Lo ideal es comparar los costos, tiempos y dolores de cabeza que se pueden ahorrar, pero sobre todo el tiempo que se gana para que el proyecto se transforme en negocio rápidamente, sin trabas ni problemas burocráticos que se pueden evitar.