Hace muchos años atrás los códigos QR auguraban una solución a problemas que no estaban muy claros. Escanear un QR devolvía un link, una imágen, un contacto o un texto. Sin embargo, no todos los celulares eran capaces de leer códigos QR y en la mayoría de los casos hacía falta descargar una aplicación que permitiese la interpretación del código para descubrir su contenido.

Hoy los códigos QR son parte esencial en la operatividad de muchos negocios. Imaginarías un restaurante que no disponga de una carta digital de menu qr? o tener que copiar el número completo de una cuenta bancaria para hacer un pago en vez de escanear el QR?

Al principio, no estaba claro para que serviría, sobre todo en la época previa a la pandemia pero con la digitalización de la información (surgida como necesidad preventiva por el COVID para evitar la transmisión del virus a través del contacto de las cartas de restaurante por ejemplo) la infomación pasó de papel a bits, a pdf, a word, a web y directamente a aplicaciones para los móviles. El incremento en la información digital necesitó de un soporte que permitiese un acceso fácil a ese documento digital, y mucho más rápido que leer y escribir un link. He aquí donde el QR protagonizó éste crecimiento, obligando a los fabricantes de los celulares a incluir nativamente la posibilidad de leer QR fácilmente.

Pero, qué es el código QR y de dónde surge?

Según Wikipedia: Un código QR (del inglés Quick Response code, «código de respuesta rápida»), es la evolución del código de barras. Es un módulo para almacenar información en una matriz de datos o en un código de barras bidimensional. La matriz se lee en el dispositivo móvil por un lector específico, y de forma inmediata nos lleva a una aplicación en Internet, un mapa de localización, un correo electrónico, una página web o un perfil en una red social. Inventado por el ingeniero japonés Masahiro Hara en 1994, fue creado en 1994 por la compañía japonesa Denso Corporation, subsidiaria de Toyota. Presenta tres cuadrados en las esquinas que permiten detectar la posición del código al lector. El objetivo de los creadores, un equipo de dos personas dirigido por Masahiro Hara,1​ fue que el código permitiera que su contenido se leyera a alta velocidad. Los códigos QR son muy comunes en Japón, donde son el código bidimensional más popular.

El código QR es un claro ejemplo de una solución que llegó antes que el problema. Facilitó el acceso a la información digital de las empresas. Vamos con algunos ejemplos:

  • Manuales e instructivos
  • Acceso a contactos en publicidad gráfica
  • Cartas de restaurante
  • Acceso a redes Wifi
  • Acceso para descargar aplicaciones
  • Acceso rápido a contactos de emergencias
  • Links de pago

Estos son solo algunos casos de usos pero su incorporación no tiene límites y además permite ahorrar mucho dinero en impresiones en papel, ya que al ser digital no hace falta imprimir y las modificaciones se hacen directamente en el archivo linkeado.

La pregunta ahora es: ¿Tu emprendimiento o empresa, está utilizando los códigos QR? ¿Estás al tanto de todos los beneficios que puede tener el QR para tu empresa? ¿Cómo lo incorporarías?