Fuente: http://www.cnnexpansion.com
Mantener felices a los empleados no es sencillo, pero la recompensa es enorme.
Tener una cultura corporativa atractiva no sólo ubica a tu compañía en la lista de las ‘Mejores Empresas para Trabajar’ de Fortune, también te da una ventaja competitiva. Un estudio elaborado en 2009 por Gallup encontró que las empresas cuyos empleados estaban más satisfechos (el llamado ‘employee engagement’) habían aumentado sus ganancias por acción a una tasa cuatro veces superior a la de las compañías con bajo puntaje en ese concepto.
Sin embargo, promover un ambiente que atraiga y retenga a los empleados es difícil, especialmente porque el retorno de inversión no siempre es claro. Las compañías deben trasladar sus valores directamente a sus planes de negocio, señala Ann Rhoades, quien fuera jefa de recursos humanos en JetBlue Airways y Southwest Airlines. Hoy, Rhoades dirige la firma consultora People Ink y colabora con Juniper Networks y la división de banca minorista de Chase. Estos son sus consejos para crear una sólida cultura empresarial.
Vive lo que predicas
Uno de los valores más importantes en JetBlue es la integridad. Hace algunos años tuvimos problemas con aviones que esperaban en la pista por horas. Sabíamos bien que era nuestro error y nos hicimos cargo de eso. Nos costó mucho dinero remediarlo. Pero si hubiéramos acudido a la prensa y hubiéramos culpado a los otros, y al mismo tiempo predicáramos que la integridad es un valor para nosotros, ¿qué mensaje le hubiéramos dado a nuestra gente? Hay que ser específico con los valores y las conductas que esperamos de las personas. No nos limitemos a colocarlos en la pared. Hay que vivirlos y respirarlos a todos los niveles.
No permitas que las malas semillas germinen
Si los empleados llegan el primer día y se les dice que se conducirán de una cierta forma, y sólo la mitad de ellos lo hace, no creerán en la cultura de tu empresa. No temas despedir a alguien si no encaja. En Southwest contratamos a una persona en el departamento de Tecnologías de la Información (TI) que tenía una enorme experiencia técnica. A los 30 días vino a verme y me dijo: «No puedo soportarlo. Las personas son amigables, quieren hacer conversación en los pasillos. Yo sólo quiero entrar a mi cubículo y hacer mi trabajo». Le recomendé que comenzara a actualizar su currículo, pues lo necesitaría una vez que dejara el empleo.
Contrata según tus valores
Cuando comenzamos a trabajar para uno de los sistemas de salud más grandes del país, analizamos su sistema de transporte. Son las primeras personas que conoces cuando llegas a un hospital, los que te llevan en silla de ruedas o camilla. Estudiamos a los que mejor se desempeñaban para descubrir qué los distinguía, como su disposición a perder su empleo por decir la verdad. Luego empezamos a incorporar esas preguntas en los cuestionarios que respondían los aspirantes para saber si tenían esas cualidades. Una vez que comenzamos a contratar basándonos en esas conductas, redujimos la rotación de personal de dos dígitos a proporciones de un solo dígito.