La gran pregunta es si la inteligencia es algo que se puede incrementar o si estamos anclados a lo que nuestro cerebro físicamente permite. Está claro que a través del entrenamiento y de algunos hábitos se puede lograr pensar mejor, tomar mejores decisiones y ser en definitiva… más inteligentes. De ésto habla esta nota que presentamos en Ser Gerente.
“La mejor cosa que un ser humano puede hacer es ayudar a otro a conocer más”. — Charlie Munger
“Ándate a dormir un poco más inteligente que cuando despertaste”. — Charlie Munger
La mayoría de las personas pasan por la vida sin volverse más inteligentes. ¿Por qué? Simplemente, porque no harán el trabajo que se requiere.
Es fácil llegar a casa, sentarse en el sillón, mirar televisión y estar atontado hasta que llegue la hora de irse a dormir.
Pero eso, no te va ayudar para nada a ser más inteligente.
Sí, al día siguiente puedes volver a la oficina y discutir los detalles del episodio de ayer de Mad Men o de Game of Thrones. Y, en efecto, sí sabes lo que pasó en Survivor. Pero eso no es acumulación de conocimientos, sino que es un sedativo que atonta tu mente.
Pero, sí así lo quieres, puedes obtener conocimiento.
De hecho, existe una simple formula que, sí la sigues, es casi una certeza que te volverás más inteligente con el tiempo. Es simple, pero no es fácil.
Involucra mucho trabajo.
La llamaremos la fórmula Buffett, llamada sí por Warren Buffett y Charlie Munger, su socio por largos años en Berkshire Hathaway. Este par forma una combinación de mentes extraordinarias. También son máquinas del aprendizaje.
“Yo puedo ver, él puede escuchar. Hacemos una gran combinación”. —Warren Buffett comenta sobre su socio y amigo, Charlie Munger.
Nosotros podemos aprender mucho de ellos. No se hicieron inteligentes porque ambos son millonarios. No, de hecho, llegaron a serlo porque ambos son inteligentes. Más importante aun, ellos siguen haciéndose más inteligentes. Y, resulta que tienen mucho que decir sobre el asunto.
Cómo volverte más inteligente
Lee. Muchísimo.
Warren Buffett mencionó, “Yo solo me siento en mi oficina y leo todo el día”.
¿Qué significa eso? El calcula que pasa el 80% de su día de trabajo leyendo y pensando.
“Es difícil encontrar una sociedad en la que dos personan pasen leyendo más horas al día que en la nuestra”, comentó Charlie Munger.
En una ocasión en que le preguntaron a Buffett cómo convertirse en una persona más inteligente, el levantó un montó de papel y declaró: “lee 500 páginas como esta todos los días. Así es como se construye el conocimiento, tal como el interés compuesto”.
Todos podemos construir nuestro conocimiento, pero la mayoría no haremos el esfuerzo necesario.
Todd Combs, alguien que sí siguió su consejo, en la actualidad trabaja para un inversionista legendario. Después que escuchó hablar a Buffett, comenzó a mantener un registro de lo que leía y cuántas páginas leía.
El periódico Omaha World-Herald escribió que:
Con el tiempo, encontrar y leer material productivo se convirtió en su segunda naturaleza, en un hábito. A medida que iniciaba su carrera de inversionista, comenzó a leer incluso más, 600, 700, incluso 1000 páginas al día.
Combs descubrió que la formula de Buffett sí funcionaba, proporcionándole más conocimiento que lo ayudó en su trabajo principal, buscar inversiones potenciales.
Pero, la manera en que se lee también importa.
Debes ser crítico y estar siempre pensando en lo que lees. Necesitas realizar el trabajo mental que es necesario para tener una opinión.
En “Trabajando Juntos: Por Qué Funcionan Las Excelentes Sociedades”, Buffett le comenta al autor Michael Eisner:
Mira, mi trabajo consiste esencialmente en juntar más, más y más datos e información y, en ocasiones, ver si ello conduce a algún tipo de acción. Y Charlie, bueno, sus hijos le dicen libro con piernas.
Aprendizaje continuo
Eisner añade a ello:
Tal vez esa es la razón por la que ambos hombres decidieron que era mejor nunca vivir en la misma ciudad o trabajar en la misma oficina. Hubiesen querido estar conversando siempre, dejándolos sin tiempo para leer, lo que Munger describe como una parte del programa esencial de educación continua para los hombres que dirigen uno de los conglomerados más grandes del mundo.
“No creo que existe otra dupla en los negocios que sea mejor que nosotros lo fuimos en lo que respecta al aprendizaje continuo”, lo comenta hablando en tiempo pasado, pero probablemente no lo dice en serio. “Y, si no hubiésemos sido estudiantes continuos, nuestro récord no hubiese sido tan bueno. Y fuimos tan extremos al hacerlo, que ambos pasamos la gran parte de nuestras vidas leyendo, para poder aprender más, lo cual no es un patrón habitual en los negocios”.
Pero no funciona como piensas que lo hace.
¿Piensas que se sientan frente a las computadoras todo el día obsesionándose con los números y las cifras? Si es así, estás completamente equivocado.
“No”, comenta Warren. “No leemos las opiniones de otras personas. Queremos obtener los hechos y después pensamos”. Y, cuando se llega a la parte del pensar, para Buffett y Munger no hay nadie mejor para hacerlo que en conjunto con su socio. “Charlie no puede dar con un problema sin pensar su solución”, sugirió Warren. “Tiene la mejor mente para pensar en 30 segundos que he visto en mi vida. Lo llamo con algo y en 30 segundos él lo entenderá. Él simplemente ve las cosas inmediatamente.”
Munger considera que su acumulación de conocimientos es más bien algo adquirido, en lugar de una genialidad natural. Él le da todo el crédito a sus estudios.
“Ni yo ni Warren somos lo suficientemente inteligentes como para tomar decisiones sin un momento para pensarlas”, comentó Warren en una ocasión a un periodista. Tomamos las decisiones en sí muy rápido, pero eso es porque pasamos tanto tiempo preparándonos, sentados con tranquilidad, leyendo y pensando”.
¿Cómo puedes encontrar el tiempo para leer?
Encontrar el tiempo para leer es más fácil de lo que crees. Una manera para ayudar a que eso ocurra es dejar de lado una hora del día solo para ti.
En una entrevista que Buffett dio para su bibliografía autorizada, contó esta historia:
“Cuando Charlie era un abogado muy joven, probablemente le pagaban $20 la hora. Él se preguntó a sí mismo, ‘¿Quién es mi cliente más valioso?’ Y decidió que era él mismo. Así que decidió venderse una hora a sí mismo todos los días. Lo hacía en las mañanas, al trabajar en estos proyectos de construcción y negocios de bienes inmobiliarios. Todos deberían hacer esto, sé el cliente, después también trabaja para otras personas y véndete una hora para ti mismo al día.
Es importante pensar en el costo de oportunidades de esa hora. Por un lado, podrías revisar tu twitter, leer noticias en línea y responder unos cuantos mail mientras pretendes terminar ese memorándum en el que deberías estar concentrando toda tu atención.
Por el otro lado, podrías dedicarte ese tiempo a ti mismo. A corto plazo, vas a disfrutar la emoción entremezclada con dopamina de leer tu mail y twitter mientras haces las multitareas. A largo plazo, la inversión de aprender algo nuevo y mejorarte a ti mismo llega mucho más lejos.
“Siempre he querido mejorar lo que hago”, comentó Munger, “incluso si reduce mis ingresos en un determinado año”. Y, siempre aparto un poco de tiempo para poder jugar mi propio juego de auto entretención y auto mejora.
Leer es solo una parte de la ecuación.
Pero leer no es suficiente. Charlie Munger sugiere:
Leemos mucho. No conozco a ninguna persona sabia que no lea mucho. Pero eso no es suficiente: necesitas tener el temperamento adecuado para agarrar las ideas y hacer lo que es sensato. La mayoría de las personas no agarra las ideas adecuadas o no sabe qué hacer con ellas.
En ‘Cómo Leer un Libro’, Mortimer Adler comenta sobre lo que significa poseer conocimientos: “La persona que dice saber lo que piensa, pero no lo puede expresar, generalmente no sabe lo que piensa”.
¿Puedes explicar lo que sabes a otra persona? Inténtalo. Escoge una idea que piensas que entiendes y escríbela en una hoja de papel como si se la estuvieses explicando a otra persona.
¿Naturaleza o crianza?
Otra manera de convertirte en una persona más inteligente es rodeándote de personas que no tienen miedo a desafiar tus ideas.
“Desarróllate para convertirte toda tu vida en un autodidacta, cultiva tu curiosidad y trata de hacerte un poco más sabio cada día”. — Charlie Munger
Original (Visto en Business Insider)