Muchas veces pensamos que al momento de decidir o negociar o accionar, utilizamos el cerebro y lo cierto es que nuestras decisiones se basan en la combinación de lo que sentimos con lo que pensamos. Incluso muchas veces (tal vez la mayoría) lo que sentimos gobierna a lo que pensamos y terminamos decidiendo desde el corazón y no desde la razón.
Para probar esto existe un estudio científico llamado «Juego del ultimatum» a través del cual dos personas deben repartir una suma de dinero, siendo una de las personas la que debe decidir cuanto dinero le da a la otra y cuanto dinero se queda. La otra persona puede aceptar el trato o no, no hay opción de negociación.
¿Te gustaría saber que se descubrió con este estudio? ¡Entonces mira éste video!
