Un banco de Cánada le dió una gran sorpresa a sus clientes cuando instaló, en una sucursal, un cajero automático que en vez de entregar dinero, daba las gracias. Lo bueno de esta campaña es que participaron familiares y amigos de los clientes y personalizaron regalos para cada uno. La sorpresa se evidencia en el rostro de felicidad de cada uno.
Te preguntarás qué ganó el banco haciendo regalos? Bueno, la respuesta esta en este post y en los miles de sitios que han viralizado el video. Han logrando que los clientes del banco se sientan orgullosos de pertenecer a él. Un gran ejemplo del Marketing de Emociones.