Cuando yo era un niño, soñaba que estaba jugando con muchos juguetes en lugares divertidos y era consciente, en el sueño, de que me estaba despertando, entonces trataba de agarrar todos los juguetes que podía, porque sabía que estaba soñando, entonces me abrazaba fuerte de los juguetes mientras me despertaba y cuando abría los ojos resultaba que tenía las manos vacías. Entonces lo que hacía era dibujar todo lo que soñaba. Era una forma de traer a la realidad mis sueños. Así fui entendiendo que las ideas surgen de los sueños, de los anhelos.
Una vez que soñamos un sueño, lo transformamos en idea, si a esa idea le agregamos un plan se transforma en proyecto, si al proyecto lo comibamos con acción, se transforma en realidad.
Eso requiere mucho trabajo. Es darle forma en la realidad a una solución que existen en un “sueño”. Es transformar un sueño en idea, y luego en realidad.
Entonces si no hay acción, no sirve de nada soñar.
En resumen:
- Un sueño soñado es una idea
- Una idea con un plan es un proyecto
- Un proyecto con acción, es una realidad
Las ideas sin acción. NO SON NADA. Entonces, a las ideas hay que CAPTURARLAS, no captarlas.
La Universidad de British Columbia, en Canadá estudió este fenómeno y resulta que en el cerebro se activan determinadas zonas para resolver problemas rutinarios (corteza prefrontal media) y otras zonas distintas cuando nos forzamos a resolver determinado problema específico (corteza prefrontal lateral). Antes se pensaba que estas dos redes neuronales trabajaban por separado, según este estudio cuando desactivamos la zona forzada, se amplia la zona que resuelve los problemas automáticamente y esto sucede cuando estamos relajados o cuando nuestro cerebro está con poca carga de pensamiento, esto pasa en actividades rutinarias, como lavarse los dientes, ducharse, hacer algun deporte, etc.
Además científicos demostraron que estas zonas se potencian cuando estamos de BUEN HUMOR. Esto sugiere entonces que las personas estamos más preparados para resolver problemas complejos cuando no estamos pensando en ellos (o DISTRAÍDOS) y estamos de BUEN HUMOR.
Por eso Google, Pixar y otras empresas fomentan los juegos en el trabajo y los ambientes distendidos.
Es aconsejable generar actividades de distensión, que nada tengan que ver con el trabajo, para que nuestra corteza prefrontal lateral se sienta libre de resolver y DESTRABAR todos aquellos problemas o ideas que no podemos resolver en forma conciente, la fórmula entonces para ser más creativos es simple, NO PENSAR EN CREAR, en definitiva, no pensar. Disfrutar, resolver, sentir positivamente la vida, encarar resolutivamente los problemas y dedicarnos el tiempo necesario de distensión y diversión para que nuestro cerebro se relaje y nos abra la puerta para capturar fácilmente, todos nuestros sueños.